"VENTORRILLOS POLÍTICOS"
La JCE dio a conocer el viernes pasado que 57 de las 106 solicitudes de reconocimiento de personería jurídica hechas por partidos y movimientos políticos han sido rechazadas pero aún así ya el sistema de partidos políticos cuenta con 40 agrupaciones, y faltan más.
Dentro de las agrupaciones reconocidas por la Junta Central Electoral (JCE) se encuentra el Partido Esperanza Democrática (PED) que ha despertado los rechazos históricos a todo lo que huele al tirano.
Y aunque la JCE dice que los principios y propósitos del partido de Ramfis Trujillo no chocan con la Constitución y las leyes, las reacciones de diversos sectores, incluyendo a los familiares de los héroes que ajusticiaron al tirano salen a flote.
En el año 2020, Trujillo Domínguez no pudo presentarse como candidato presidencial en las elecciones de ese año, cuando fue postulado por el Partido Nacional Voluntad Ciudadana (PNVC) debido a que no reunía las condiciones que impone la Constitución, de haber renunciado a la nacionalidad americana adquirida por nacimiento con 10 años de anticipación, y haber residido en la República Dominicana por igual período previo a su postulación.
Sin embargo, en la misma resolución, el pleno de la Junta Central Electoral indicó que el hijo de Angelita Trujillo y Luis José Domínguez Rodríguez, hizo la transcripción de su acta originaria de nacimiento por ante el Registro Civil Dominicano, el 18 de mayo de 2016 y el 23 de mayo de ese año, obtuvo su cédula de identidad y electoral.
Se estableció entonces el 23 de mayo de 2016 como el punto de partida para asumir la residencia en el país de Ramfis para que de esta forma pudiera optar por la nacionalidad dominicana.
Pero aunque Ranfis como tal no podría presentarse como candidato presidencial antes del 2026, con el reconocimiento de la organización está pasaría automáticamente a convertirse en otro partido visagra de los que grano a grano deciden en muchos casos las elecciones.
Se convierte así en otro más de los que integran los ventorrillos políticos un negocio vulgar que apoya la Junta Central Electoral.
A parte del retroceso que significa abrirle las puertas políticas a un descendiente directo del tirano en un país donde el aire después de seis décadas todavía está contaminado.