Cuando la infidelidad financiera afecta el matrimonio

El engaño puede tomar muchas formas, y una de las más perjudiciales es la infidelidad financiera. Durante su noviazgo de tres años, José y Altagracia nunca discutieron sus ingresos, gastos, deudas o metas futuras como pareja.

Después de casarse, José comenzó a mentirle a su pareja sobre asuntos financieros, gastar a escondidas, pedir prestado y ocultar dinero intencionalmente. Estaba cometiendo uno de los peores errores en un matrimonio: la infidelidad financiera.

Las estadísticas son contundentes. Los estudios muestran que, aparte de otras razones, los conflictos relacionados con el dinero es la segunda causa principal de divorcio.

En Estados Unidos, entre el 20% y el 40% de las separaciones se deben a “infidelidad financiera”.

En República Dominicana, aunque no hay datos oficiales que muestren explícitamente este factor más allá de la “incompatibilidad de caracteres” en el momento de la separación, las experiencias populares coinciden en que los problemas de manejo del dinero han terminado miles de relaciones.

Algunas de las razones más comunes que llevan a la ruptura de una relación debido a problemas monetarios son creencias culturales y enseñanzas familiares obsoletas, pero, sobre todo, la falta de educación financiera individual y en pareja.

Entonces, la carencia de conocimiento sobre finanzas personales juega un papel decisivo en el fin o continuación de una relación matrimonial. En esta media isla, es común escuchar expresiones como: “¡Mi dinero, mis reglas!”, “Yo controlo el efectivo” o incluso “Lo mío es mío y lo tuyo… también es mío”. Sin embargo, estos consejos financieros ‘independientes’ pueden ser el comienzo de una tormenta económica en su hogar. Estas actitudes, más bien, son vistas como semillas de problemas futuros que afectarán su relación.

Otros dilemas frecuentes entre parejas incluyen evitar hablar sobre ingresos, gastos y deudas, dejar que solo uno maneje las finanzas del hogar, no establecer roles claros para manejar el dinero, no estar preparados para emergencias financieras o no educarse en asuntos económicos.

Desde el noviazgo
Si usted es alguien que mantiene tales creencias, entonces es hora de cambiar de rumbo. Aprender a hablar sobre el dinero como pareja, asignar responsabilidades equitativas y educarse en asuntos financieros son pasos fundamentales para construir una base sólida en su relación y evitar conflictos innecesarios.

Después de que José confesó sinceramente su error y estuvo al borde de perder su matrimonio debido a la infidelidad financiera, reflexionó sobre lo crucial que habría sido discutir sus ingresos, gastos, deudas y metas futuras como pareja durante su noviazgo o al menos antes de que todo alcanzara un punto crítico. Este diálogo inicial es vital para alinearse en asuntos como costos de boda, comprar o alquilar viviendas y otros activos compartidos.

Algunas parejas optan por qué un miembro asuma todos los gastos mientras que el otro se centra en ahorrar, mientras que otros optan por una distribución equitativa de responsabilidades financieras. Además, no se debe pasar por alto el tipo de contrato matrimonial, ya sea bienes separados o bienes gananciales.

Por otro lado, algunos matrimonios prefieren dividir los gastos equitativamente para evitar cargar a un cónyuge con la mayoría de la carga económica. En este punto, el objetivo no es solo que el que más gana pague más, sino que cada miembro asuma un costo igual (que le cueste igual), incluso si la cuota mensual fija difiere entre sí.

Mientras tanto, otros eligen dividir los gastos igualitariamente al 50/50. En tales escenarios, un diálogo honesto sobre el manejo financiero dentro del matrimonio es el primer paso hacia una vida financiera saludable juntos.

Para lograr una distribución equitativa (no necesariamente igual), es esencial hacer un seguimiento de todos los ingresos del hogar (de ambos) e identificar los gastos mensuales recurrentes para una división justa. Posteriormente se recomienda implementar un presupuesto máximo de gasto por categoría.

Cuentas en conjunto
En muchas relaciones, combinar las finanzas puede ayudar al novio o cónyuge a ahorrar más y a administrar su dinero de manera más eficiente. En el sistema financiero dominicano, las entidades de intermediación financiera formales ofrecen cuentas conjuntas “Y” u “O” diseñadas para ayudar a las parejas a alcanzar sus metas financieras.

La primera requiere autorización del otro para realizar cualquier operación, incluso si se trata de retirar un solo centavo del monto acumulado, mientras que la segunda deben autorizar ambos.

Elementos para considerar

  1. Acción. No basta con hablar de dinero. Es necesario ejecutar un plan financiero en conjunto.
  2. Metas. Definan su estado de ingresos y deudas. Tengan metas en común vía un presupuesto.
  3. Asignación. Repartan las obligaciones de los gastos conjunto y que el aporte sea separado.
  4. Imprevistos. Tenga en cuenta los imprevistos para su crear su fondo de emergencia.
  5. Confianza. La confianza mutua requiere del respeto de ambos para alcanzar las metas.
  6. Decisión. Este 2024 es un excelente año para conversar estos temas con su pareja.

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