Arroparse hasta donde alcance la sábana: ¿De qué se trata?

Mi hija Jaideline (17) me ha pedido que escriba una columna que trate de explicar el concepto “arroparse hasta donde alcance la sábana”. Creo que hay pocos dominicanos que desconozcan que esta expresión sale de las mismas entrañas de la sabiduría popular. No sé, o no me atrevo a asegurar, por qué esta frase le habría generado tal grado de inquietud o curiosidad, hasta el punto de solicitarme tan suigéneris petición.

Me surgen algunas preguntas tratando de encontrar una razón que explique su curiosidad. A pesar de ser muy joven, me ha confesado que siente que tiene una mayor edad, que se ve a sí misma como una persona más adulta de lo que realmente es. ¿Será que realmente está madurando? ¿Ha sentido la necesidad de cohibirse de algunas cosas que, por su edad, ha querido disfrutar, a pesar de que yo, que soy su padre, dudo que sus necesidades básicas (y un chin más) no estén satisfechas? ¿Acaso ya le preocupa la economía familiar, justo por sentirse más adulta, y está interesada en ser productiva, aunque en este momento su enfoque debería ser sólo los estudios? ¿Cuáles explicaciones pudiera dar ella misma a su curiosidad de saber lo que realmente significa la frase que titula este artículo? ¿Podría una joven con sus mismas características sociales y económicas preguntarse lo mismo?

En sí, la frase trata de explicar, en un lenguaje sencillo, la importancia de ser disciplinado en la gestión de las finanzas personales. De lo que se trata, a grandes rasgos, es de evitar el déficit sostenido o constante en que, lamentablemente, vive la mayoría de las familias dominicanas, especialmente las que están ubicadas, de acuerdo con la clasificación del Banco Central, en los tres primeros quintiles por el nivel gastos.

Sin embargo, y esto es de orden destacarlo, la gestión financiera eficiente no depende del nivel socioeconómico, sino de una variable intangible, pero determinante: educación. Puedes tener los ingresos más altos, pero si no los gestionas eficientemente será muy difícil que logres satisfacer tus necesidades fundamentales.

En la cotidianidad hay casos de sobra de personas que no saben arroparse hasta donde alcance la sábana. No importa si su salario es de RD$20,000, RD$50,000 o RD$100,000 o más. ¿Cómo se manifiesta la indisciplina financiera? Por lo general, la mayoría vive al límite. El salario nunca les alcanza, pues gastan sin control. Compran sin control, muchas veces sin necesitarlo. Lo hacen sólo por impulso o por satisfacer una necesidad emocional de un momento. Y lo peor: no planifican gastos con base en ingresos y, por lo general, deben completar el mes con financiamiento.

Aunque parezca una tarea simple, tomar una hoja de papel y lápiz, para enlistar tus gastos por rubro, podría salvarte de caer en déficit y verte obligado a financiarte. Hacer un presupuesto podría ser la clave del éxito financiero. Esto así, porque es una guía que ofrece una ruta a seguir en cuanto a tus gastos, partiendo de sus ingresos.

Una cosa debe quedar claro: tomar un préstamo no es perjudicial o negativo. Todo dependerá el objetivo. Adquirir una vivienda, por ejemplo, implica una alta suma de dinero. Nadie tiene un salario para comprar una vivienda al contado. Lo que sí se hace, a partir de una planificación financiera, es financiarla a través de un banco. La cuota mensual se convierte en una erogación corriente que debe estar en la planificación y de suponer no más del 30% de tus ingresos.

Ahora bien, una persona cuyo salario mensual sea de RD$100,000 no está en capacidad de tener tres préstamos que le consuman el 70% de su salario y una tarjeta de crédito con otros RD$100,000 de límite. Esta podría ser una trampa y peor cuando una persona no sabe arroparse hasta donde alcance la sábana.

También está el ejemplo del individuo que recibió un dinero extra, es decir, algo que no estaba esperando. De inmediato, si es un indisciplinado financiero, piensa en gastarlo y no invertirlo. Su primera idea está en “gozárselo” porque es alguien “que trabaja mucho” y merece un “gustico”. Otros, por el contrario, lo que hacen es ahorrarlo a través de una inversión en cualquier instrumento financiero. Si es suficiente, adquieren un bien que les genere rentabilidad.

Según BVA, una forma de comenzar a presupuestar es reunir el detalle de cómo utilizas tu dinero en un mes y así revisar los tipos de gastos que tienes y en qué cantidad. Con esta información, tendrás una idea general y si tus meses tienen un balance positivo o negativo.

Y si quieres que la sábana te alcance, procura ir pagando las deudas, principalmente las que tienen los intereses más altos.

Si aún no sabes cómo lograr arroparte hasta donde te alcance la sábana, tienes que buscar alguien que te ayude. No buscar una asesoría a tiempo podría conducirse al abismo de la quiebra.

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