Gobierno avanza en el programa para tomar muestras de ADN a indocumentados, residentes y ciudadanos con antecedentes

Los indocumentados detenidos por la Patrulla Fronteriza (CBP), así como residentes legales permanentes y ciudadanos que enfrentan cargos federales, están siendo obligados a entregar muestras de ADN como parte de un programa implementado por el gobierno en enero.

La Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) indicó la semana pasada que “cumplirá con el requisito legal para recolectar muestras de ADN de ciertas poblaciones de individuos en custodia”, un plan severamente cuestionado por organizaciones que defienden los derechos civiles.

La agencia federal dijo además que la implementación del programa piloto permite la toma de muestras y entregarlas al Sistema de Índice de ADN Combinado (CODIS), creado por el Congreso en 2005 bajo la Ley de Huellas.

El programa ordena la toma de muestras de individuos que han sido arrestados, enfrentan cargos criminales o han sido condenados.

 
 

La lista de afectados no solo incluye indocumentados detenidos por las autoridades federales de inmigración. También incluye a “ciudadanos estadounidenses y residentes legales permanentes admitidos y arrestados, y que enfrentan cargos federales entre las edades de 14 a 79 años”, precisa la CBP.

El programa CODIS se trata de una gigantesca base de datos operada por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

El DHS estaba exento de la recolección de muestras de ADN debido a exigencias operativas y limitaciones de recursos. Sin embargo, en marzo de este año el Departamento de Justicia (DOJ) publicó una regla final que eliminó la discreción del DHS de excluir la recopilación de muestras en el marco de la política migratoria de ‘tolerancia cero’ del gobierno de Donald Trump.

Un mes después el gobierno activó la regla, puso en marcha el plan piloto y dio un plazo de tres años para cumplir con el requisito de recolectar muestras de ADN y enviarlas al FBI de conformidad con la ley y el reglamento.

 
 

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha tildado de “xenófobo” el programa de recolección de muestras de ADN y ha solicitado al Congreso que anule la ley aprobada en 2005.

“El Congreso debería evitar de inmediato que los dólares de los contribuyentes se utilicen para financiar este programa xenófobo que busca deshumanizar aún más a los inmigrantes detenidos y plantea importantes preocupaciones por las libertades civiles y la privacidad”, dijo en marzo de este año Naureen Shah, abogada principal de defensa y políticas de la ACLU en marzo, cuando el DHS publicó el reglamento final.

“Recolectar los planos genéticos de las personas en detención de inmigrantes no nos hace más seguros: hace que sea más fácil para el gobierno atacar a las comunidades de inmigrantes y nos acerca un paso más al gobierno que llama a nuestras puertas para exigir nuestro ADN bajo la misma justificación defectuosa de que algún día podamos cometer un delito", agregó.

Shah dijo además que “el Congreso también debería analizar los programas activos y determinar cuánto tiempo el gobierno insiste en conservar las muestras tomadas a los inmigrantes detenidos”. 

De acuerdo con la reglamentación del programa, la CBP no está recolectando muestras de ADN de personas encontradas bajo las siguientes circunstancias:

  • Extranjeros que se encuentren legalmente en Estados Unidos o que estén siendo procesados para su admisión legal;
  • Extranjeros detenidos en un puerto de entrada durante el examen de admisibilidad y no sujetos a más detenciones o procedimientos;
  • Extranjeros detenidos en relación con la interdicción marítima; o
  • Cuando el sistema del FBI, NCIC (National Crime Information Center) indica que CODIS ya contiene un perfil de ADN para el individuo.
La agencia federal aseguró que no utiliza las muestras de ADN recolectadas para ningún propósito más allá de su presentación al FBI de acuerdo con lo que estipula la ley de 2005.

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El asesor del presidente Donald Trump, Stephen Miller, es conocido por su férrea posición en contra de la inmigración, incluso es reconocido como uno de los ideólogos del gobierno en su política antiinmigrante. Uno de sus puntos más polémicos los expuso durante una rueda de prensa en la Casa Blanca donde, en una discusión con el reportero de CNN Jim Acosta, insistió que para aceptar a un inmigrante uno de los requisitos principales debe ser que hable inglés.

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