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Esta peligrosa consecuencia de los nanoplásticos no nos la esperábamos

Los microplásticos y los nanoplásticos están en todas partes. Solo en el cuerpo humano se han detectado en lugares como el cerebro, el sistema digestivo, los pulmones e incluso la leche materna. También en lugares tan inesperados como las primeras heces de los recién nacidos. Por eso, porque sabemos que nuestro cuerpo contiene cantidades relevantes de estas partículas minúsculas de plástico, resulta doblemente preocupante el hallazgo de que pueden interferir en el funcionamiento de los antibióticos.

La resistencia a los antibióticos se ha convertido en una gran preocupación de la salud pública. Cada vez hay más bacterias capaces de sobrevivir al efecto de estos fármacos, por lo que una infección que hasta hace poco era perfectamente tratable se podría volver mortal. Si a eso le sumamos que los nanoplásticos dificultan la capacidad de absorción de los antibióticos, el futuro se antoja terrorífico.

Hay una parte positiva en todo esto y es el hecho de que lo han descubierto. Cuando se detecta un problema, por grave que sea, al menos disponemos de la información para buscar soluciones. Ese deberá ser el siguiente paso tras el hallazgo de un grupo de científicos de la Universidad Médica de Viena , la Universidad de Debrecen y la Universidad de Bonn. Ellos han sido quienes, en un artículo publicado en Nature, han dado la voz de alarma.

¿Qué son los nanoplásticos?
Los nanoplásticos son partículas de plástico con tamaños que oscilan entre 1 y 100 nanómetros. Es decir, entre 0’0000001 y 0,00001 centímetros.

Proceden del deterioro de piezas más grandes de plástico. Especialmente se ha observado que se suelen formar a partir de las fibras de nylon de la ropa. Estas, ya sea por la abrasión, por los cambios de temperatura o por la acción de los productos de limpieza, pueden liberarse y llegar hasta nosotros de muchas formas distintas. Pueden ingerirse, inhalarse o incluso pasar a través de la piel.

Proceden de cualquier tipo de plástico, aunque en este estudio sobre antibióticos se analizaron los efectos de cuatro de ellos: el polietileno, el polipropileno, el poliestireno y el nylon 6,6.

¿Qué tienen que ver con los antibióticos?
Este estudio se realizó mediante simulación computacional química. Existen programas de ordenador basados en inteligencia artificial que son capaces de reproducir el comportamiento de las moléculas tal y como ocurriría en el medio real.

En este caso, se vio que las nanopartículas se adhieren al antibiótico tetraciclina, formando agregados que no pueden ser absorbidos por el organismo. Probaron solo con ese antibiótico, pero es esperable que ocurra con otros.

alternativas antibióticos, nolotil

Seleccionaron este porque es un antibiótico de amplio espectro, que se usa para tratar multitud de infecciones.

¿Cómo ayudan los nanoplásticos a las bacterias?
Es bien sabido que un uso excesivo de antibióticos puede llevar a que las bacterias se vuelvan resistentes a ellos. A grandes rasgos esto ocurre porque los antibióticos, poco a poco, van seleccionando a aquellas bacterias que, por mutaciones, tienen la capacidad de resistirlos.

Imaginemos que sometemos una colonia de bacterias a un antibiótico y que, por mutaciones al azar, unas pocas de ellas son capaces de resistirlo. Casi todas las demás morirán, por lo que buena parte de la siguiente generación de bacterias tendrá la mutación que les confiere la resistencia. Son las únicas que han podido reproducirse. Así, cuando vuelva a administrarse el antibiótico, casi ninguna morirá. Con cada ronda de antibióticos, el riesgo será aún mayor.

Por eso, los antibióticos deben usarse solo cuando son estrictamente necesarios. Si los antibióticos se adhieren a los nanoplásticos y no pueden utilizarse por completo, se van acumulando en el organismo. Se quedan ahí, de muestra, para que las bacterias poco a poco vayan reproduciéndose y adquiriendo la capacidad de resistirlo.

resistencia a los antibióticos

Con el tiempo, tendríamos superbacterias a las que ese antibiótico no les haría ni cosquillas. Ya hay muchísimas resistencias a antibióticos. Los nanoplásticos no harían más que complicar la situación. Por eso, tenemos un motivo más para buscar formas de reducir la liberación de nanoplásticos al ambiente o, también, de cambiar los materiales con los que se confeccionan productos de uso cotidiano, como la ropa que nos ponemos. Para quienes no miran más allá de su ombligo y no les importa el medioambiente, no está de más recordar que también nos va la salud en ello.