Por qué deberías probar 'Kakebo', el arte japonés de ahorrar dinero

El país del sol naciente ha fascinado durante milenios a los occidentales, que desde su particular punto de vista lo vislumbran como un lugar exótico donde lo antiguo (samuráis o geishas) parece convivir con lo nuevo (el manga o el anime entre otras cosas), consiguiendo así una combinación de color única e inimitable. Al fin y al cabo, Tokio es desde hace algunos años un destino turístico que cada vez atrae a más viajeros. Pagodas budistas, edificios enormes y, por supuesto, grandes aglomeraciones de gente.

Además de conceptos estereotípicos como el manga, Japón (y Asia en general) siempre ha fascinado por su manera diferente de afrontar los problemas o, simplemente, ver la vida. Ejemplo viviente de ello son los ciudadanos de la isla de Okinawa, la prefectura más lejana del país, donde se alcanzan prácticamente todos los años los puestos más altos del ránking de longevidad mundial. Algunos apuntan que tiene mucho que ver con sus 'ikigai' (propósitos en la vida, algo que solo tú puedes hacer como una misión personal) o 'moais' (grupos de amigos a los que pertenecen y con los que pueden contar en caso de problemas), que dan sentido a sus existencias.


Otro concepto que sin duda describe muy bien el carácter japonés es el 'Kakebo', el arte de ahorrar dinero. Sarah Harvey, periodista de 'CNBC', lo cuenta en un artículo reciente: "En 2017 decidí dejar mi trabajo en una editorial de Londres para mudarme a Japón. Disfrutaba mi empleo y tenía una gran vida social, pero ansiaba algo nuevo y diferente. Después de vivir en Tokio durante seis meses me fascinó la forma en que los pequeños detalles y la atención plena forman parte de la vida cotidiana japonesa, pues era diferente a todo lo que había experimentado, y me ayudó a enfrentarme a mis hábitos de consumo frívolos e impulsivos", cuenta.

¿Qué es?

Pero, ¿cómo funciona realmente el 'Kakebo'? En general, influenciadas por el sistema capitalista en el que vivimos y por una publicidad que nos inunda continuamente, las personas suelen comprar cuando se aburren, están estresadas o se sienten infelices por algo. No solo lo hacen cuando se sienten mal, también cuando están de buen humor o quieren celebrar algo, lo que les lleva irremediablemente a consumir por encima de sus capacidades.

"Yo nunca me endeudé, pero sabía que tenía que tomar decisiones financieras más inteligentes", cuenta la periodista. "Pero esto no es fácil de hacer, porque la rutina de gasto ya está profundamente arraigada a tu vida diaria, y esto incluye un aspecto emocional del que es difícil separarse". Fue entonces cuando descubrió este término, que se podría traducir como 'libro de contabilidad financiera del hogar' y fue inventado en 1904 por una mujer llamada Hani Motoko (la primera mujer periodista del país). Se trata de un enfoque simple de administrar las finanzas, aunque tenga más de 116 años.

 

La idea detrás de 'Kakebo' es, simplemente, ayudarte a comprender tu relación con el dinero manteniendo un registro de todo lo que entra y sale. Al ser tan antiguo, no se necesita ninguna aplicación u hoja de Excel, sino que enfatiza la importancia de escribir en papel tus gastos, como una forma de meditar y procesar tus hábitos. Las investigaciones han demostrado los beneficios de la escritura a mano, incluso frente al ordenador, y eso puede ayudarte a realizar cambios positivos, te alentará a ser más consciente y a reconocer el factor desencadenante de tus malos hábitos.

Debes anotar en una agenda el dinero que ingresas al mes y restarle los gastos fijos estimados. También es importante establecer metas

El motivo por el cual insta a escribirlo todo es que el método se materializaba en sus orígenes en un libro de cuentas para el hogar, con formato de agenda, en el que se anotaban los ingresos y gastos de cada día. Además, también servía para proponerse determinadas metas. Para comenzar a utilizarlo, has de anotar el dinero que ingresas al mes y restarle los gastos fijos estimados para ese mismo periodo de tiempo, además, también es importante marcar una meta para conseguir tu objetivo financiero (que normalmente tiene que ver con ahorrar una cantidad determinada). Cada gasto queda agrupado en su respectiva categoría, desde los factores que tienen que ver con la supervivencia (alimentación, agua, luz), el ocio (cenas, deporte), o la cultura (libros, clases). Por supuesto, es un método que requiere constancia.

Preguntas esenciales

Además, es buena idea hacerse algunas preguntas necesarias cuando quieres adquirir un producto. Estas son:

¿Puedo vivir sin ese artículo?

Según mi situación financiera, ¿puedo pagarlo?

¿Lo usaré realmente? ¿Tengo espacio para ello?

¿Cuál es mi estado emocional hoy?

¿Cómo me siento al comprarlo?

La periodista, no obstante, también explica que no es necesario prescindir de todo lo que compras. "Si estás triste y crees que unas flores te van a ayudar, adelante", explica. "Hay otras estrategias que también pueden servirte para garantizar que no gastarás tanto. Por ejemplo, verifica tu saldo bancario regularmente para saber cuánto estás gastando al mes, pon recordatorios en tu cartera que te cuestionen si realmente necesitas eso que vas a comprar, y paga en efectivo porque así eres más consciente de lo que estás gastando".

En otras palabras, 'Kakebo' puede ayudarte a administrar mejor tus gastos y a pensar con cabeza cómo debes llevar tus finanzas, y si realmente ese objeto que quieres adquirir es tan necesario como te pareció en un principio. En otras palabras, sirve para aprender a pensar más con la cabeza y menos con el corazón, para que tu riñón no acabe resintiéndose a fin de mes.

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