Todo lo que Apple arreglará (y lo que no) en tu iPhone dentro de poco: iOS 14, a prueba

La intención era arrancar este artículo con la típica advertencia que hacen en esos programas de ciencia televisivos antes de los experimentos. 'No intenten hacer esto en sus casas'. Ahora lo digo con la boca pequeña. Me he pasado casi una semana utilizando la última versión de iOS 14, presentado hace siete días. Lo que he instalado en mi iPhone no es, por supuesto, una entrega final.

Por no ser, no es ni una beta pública. Es una versión para desarrolladores, algo que se usa para afinar creaciones, probar las nuevas funcionalidades y evitar que haya problemas cuando se lance la nueva generación de teléfonos de la manzana allá por otoño y millones de personas actualicen sus modelos anteriores. En este caso, iOS 14 mantendrá la compatibilidad de su predecesor: se podrá usar hasta en un iPhone 6.

La recomendación, en estos casos, es que si eres del común de los mortales, no instales esto. La comanda es que esperes por lo menos a la beta pública, que llegará en julio. Y aun así, si puedes pasar sin ella, espera incluso a la primera versión estable. Cuanto antes te subas al carro más aumentan, teóricamente, las posibilidades de que puedas encontrarte un auténtico campo de minas. Si aun así sigues en tus trece y te las apañas para instalar esta versión supuestamente tierna (en internet se pueden encontrar formas muy sencillas para hacerlo) porque te pueden las ganas, el consejo es que no lo hagas en tu dispositivo principal.

Pues bien, después de esta ristra de recomendaciones, hay que decir que cada uno hace lo que le da la gana. Como un servidor, que ha hecho una copia de seguridad y ha estado utilizando iOS 14 en su teléfono de cabecera durante este examen preliminar para hacerme una idea de todo lo que arregla y aporta. Y cabe decir que me ha sorprendido mucho la estabilidad con la que me he encontrado. Las veces que algo me ha dado error se pueden contar con los dedos de una mano. Pero insisto: este texto no es para animarte a que sigas mis pasos, sino para que te hagas una idea de lo que está por venir. Esto es lo mejor —y también lo peor— que llegará a tu iPhone dentro de poco.

App Library: bendito orden

Admiro a la gente que es capaz de tener las pantallas del iPhone perfectamente organizadas. Lo mío es un siniestro total. Si fuese un reflejo de mi personalidad o de mi vida, debería empezar a preocuparme. En el mejor de los casos, consigo juntar en la primera vista las 'apps' que más utilizo. Y ya. A partir de ahí, desgobierno. Cuando busco alguna que no tengo tan localizada, siempre acabo recurriendo al buscador. Por esta razón, la novedad que más me ha gustado de este nuevo iOS es App Library, una suerte de directorio para ver rápidamente lo que tienes instalado.

Desde 'Ajustes' podrás decidir si quieres que las apps que te descargues aparezcan también en el 'escritorio' o solo en ese espacio. Luego tú ya decides si creas un acceso directo o no. Es una buena idea, porque muchas veces con las prisas nos instalamos algo y nos despreocupamos de donde lo colocamos

 

El directorio de 'apps' es el mejor invento para gente como yo, que nos instalamos cosas a lo loco

La mayor pega quizá sea con la categorización que hace el sistema de manera nativa y que no se puede cambiar. En juegos, productividad o creatividad (donde se juntan la cámara y todas las relacionadas con la edición de imágenes, etc.) no hay problema. Pero con otras como 'Lifestyle' puede haber más lío. Te vas a encontrar, bajo el mismo paraguas, Tinder junto a Amazon Alexa, la 'app' de iRobot, Xiaomi, Cabify o Iberia. Cada uno de su padre y de su madre. Algo que puede replicar, en una escala mucho menor, el problema que pretende solucionar. También es de ley decir que tienes un buscador en la parte superior y si tiras hacia abajo te aparecen organizadas por orden alfabético. Es una herramienta 'Marie Kondo Style': para quedarse con lo justo.

Los 'widgets', sin embargo, me generan sensaciones encontradas. Habrá que esperar a ver cómo aprovechan 'apps' como Twitter, Pocket y otras tantas estas 'ventanas' con píldoras de información. Actualmente solo tenemos acceso a una selección correspondientes a funcionalidades y 'apps' nativas como puede ser el calendario, el tiempo, Apple Music, Apple Podcast o Apple Maps, entre otras.

 
Vista de los 'widgets'. (M. Mcloughlin)

Hay tres tamaños (2x2, 4X2 y 4X4). Personalmente, a las que más provecho veo son la de calendario y la del tiempo, porque me dan bastante información sin necesidad de hacer ningún clic. Y tampoco me parecen una revolución mayúscula, por mucho que se empeñen en venderlo así. A las otras, directamente, no le veo tanto recorrido. Pero tampoco les veía mucho más aquel en Android, donde llevan varios años presentes.

Lo mejor es que esta funcionalidad no es obligatoria. Los colocas solo si quieres. Por tanto, habrá gente que prefiera quedarse con el minimalismo extremo y sencillez que supone una pantalla solo con los iconos. También hay que ver cómo encajan en pantallas más reducidas como las de un iPhone 8, un iPhone 7 o el nuevo iPhone SE, que apunta a ser un superventas en este curso para Apple.

Toques: una vez te acostumbres...

Los toques son una de las cosas que pasó más desapercibida y, sin embargo, la que más interesante me parece. Está incluida entre un amplio abanico de nuevas opciones de accesibilidad. Si echamos la vista unos cuantos años atrás, recordaremos como LG, en aquel G2, se dio cuenta que la espalda del teléfono era una zona completamente desaprovechada y colocó allí el sensor de huellas, en un lugar muy cómodo para interactuar. Ahora Apple ha hecho lo propio con una interesante función: con dos o tres golpes en la parte trasera podrás activar diferentes funciones. Podrás abrir el teléfono, silenciar, subir o bajar el volumen, hacer capturas de pantalla, ir al centro de notificaciones...

Interactuar con la cara B del iPhone está bien, pero cuidado con los toques accidentales

Una de las cosas destacables es que también puedes asociarlo a un atajo que tengas creado. En mi caso tengo uno creado para preguntarle a Siri donde está mi cartera y que haga sonar uno de los localizadores Tile que utilizo para ello (localizadores que podrán aparecer en la 'app' 'Buscar', donde a día de hoy solo aparecen dispositivos vinculados con la cuenta Apple). El problema era que toqueteaba sin querer el teléfono haciendo que esta baliza 'bluetooth' estuviese sonando cada dos por tres.

Hay que acostumbrarse. Hay quien tiene el tic de golpear con el dedo la parte trasera y claro, si tiene activado esto, puede ser que active los comandos en más de una ocasión. Uno de los últimos días, que he salido a correr con el iPhone en la mano, me encontré al volver a casa con 14 capturas de pantalla, después de que hubiese ido dando toques accidentales mientras sujetaba el 'smartphone'. Lo dicho, muy útil, aunque hay que medir bien la función que se asigna para evitar incidentes como este.

 
Basta con tocar la parte trasera para activar funciones. (M. Mc.)
Basta con tocar la parte trasera para activar funciones. (M. Mc.)

Basta de ocupar toda la pantalla

iOS 14 quizás haya acabado de un plumazo con un detalle que puede resultar absurdo, pero que a su vez es bastante molesto e incomprensible. ¿Por qué si me llaman tengo que ver a toda pantalla el número o el contacto? Ahora ponen remedio con una pastilla que aparece solo en la parte superior. De esta manera podrás seguir utilizando el resto de la pantalla, ignorando la llamada o contestándola sin tener que andar poniendo la 'app' del teléfono en segundo plano para seguir haciendo lo que estabas haciendo.

Con Siri ocurre algo parecido. De manera similar a lo que Google Assistant hace en otros teléfonos con Android, ahora aparece como una animación en la parte inferior de la pantalla, en lugar de ocupar toda la ventana. Algo que era bastante molesto (y poco útil) cuando se utilizaba o se activaba por error.

Pequeños grandes detalles en la cámara

Lo de Siri o lo de las llamadas suena a nimiedad. Pero los sistemas operativos también mejoran cuando simplemente se pulen aristas mínimas. Ya hemos dicho que tanto Android como iOS son sistemas maduros y que tienen dos opciones: o centrarse en adaptar funcionalidades que descartaron en su momento y que su competencia si abrazó o ir mejorando aspectos no centrales. iOS 14 mejora (y en mi opinión bastante) gracias a los pequeños detalles. Y un buen ejemplo es la 'app' de cámara.

Siri ahora es una animación al pie. (M. Mcloughlin)
Siri ahora es una animación al pie. (M. Mcloughlin)

No hay grandes saltos, pero pasito a pasito avanzan un trecho. Lo más importante: que ahora ya no solo podremos regular el brillo, sino también la exposición. Es algo que ya vimos en el Pixel 4 de la mano de Google y que Apple ha incorporado. El 'modo noche' será más estable y podremos interrumpir la toma sin esperar a que se consuma todo el tiempo que ha considerado el sistema. También se puede configurar el botón de volumen para hacer ráfagas de fotos, en lugar de un pequeño clip de vídeo como hasta ahora.

La cámara de iOS avanza con detalles sin alterar su extremada (y a veces controvertida) sencillez

En modelos más antiguos se podrá regular los 'frames' por segundo a los que se graba, así como cambiar la resolución fácilmente, algo que estaba reservado a las últimas hornadas. También se podrá anular el efecto 'espejo' en los selfis si lo queremos. Son cosas minúsculas, que completan sin alterar una cámara cuyo principal objetivo ha sido y es la de ser muy sencilla de usar. Algo que le ha reportado mucha popularidad, pero también quejas por no permitir controlar los parámetros más profundamente.

En lo que respecta a las fotos, el álbum se ha actualizado con más categorías y formas de etiquetarlas —incluso se puede poner pie a las imágenes— para encontrarlas de forma más sencilla. Algo que sin duda ayudará y mucho a los que tienen 512GB y se despreocupan de mantener a raya el almacenamiento. En el apartado de la grabación de audios —algo que interesa y mucho a los periodistas—, ahora podremos organizar nuestros archivos en carpetas. Antes se presentaban todos en un mismo listado. Además, tendremos una varita mágica que atenuará el sonido ambiente y clarificará la voz. Las pruebas que yo he hecho se notan, pero tampoco es ningún milagro.

La privacidad puede ser sencilla (o no)

Uno de los puntos donde la manzana está poniendo mucho acento en los últimos cursos es en la privacidad. Su negocio principal no son los datos, sino vender aparatos, así que tiene toda la lógica que ponga más mimo en este asunto. Por esta razón nació el 'login' nativo de Apple, un sistema que crea un mail ficticio que redirecciona al tuyo para que tu correo no esté en manos de todas las 'apps'; o los permisos de un solo uso, algo que ahora ha incorporado Android.

Ya lo hemos comentado en otras ocasiones, pero es que con iOS 14 se ha incluido una batería de medidas que pueden ayudarnos a detectar intrusiones en nuestra privacidad o por lo menos a ser más conscientes de ellas.

Ahora tendremos un piloto luminoso en la parte frontal que cambiará de verde a naranja cuando una 'app' use el micrófono o la cámara. Al desplegar el centro de control podemos ver cuál es la última que hizo uso de esas dos piezas. No es ni mucho menos la única novedad en este sentido. Por ejemplo, ahora cuando nos conectemos a una red wifi con nuestro iPhone, podremos ocultar la dirección MAC, algo que impedirá rastrear el terminal.

El traductor, otra de las novedades. (M. Mc.)
El traductor, otra de las novedades. (M. Mc.)

Son configuraciones y soluciones sencillas. Sin embargo, hay otras que no lo son tanto. Ahora cada vez que una 'app' quiere acceder a tus fotos, puedes decidir a qué archivos o álbumes. A mí me ha resultado bastante lioso con WhatsApp. Me ha parecido poco intuitivo a la hora de aumentar los privilegios, hay que dar muchas vueltas para cambiar los que diste en su momento. Yo me he visto en varias ocasiones a punto de compartir imágenes y no lograr que me apareciesen las que tenía en mente. Al final lo he conseguido yendo a ajustes pero sería más lógico que hubiese una opción mas a mano.

Cuando una 'app' quiere acceder a las fotos, podrás elegir el álbum o el archivo que puede ver

En otro orden de cosas, Apple también abrirá un poco el puño con las cosas predeterminadas en el teléfono. Cuando digo un poco es un poco. Es una falsa sensación de empoderamiento. Nos permitirá elegir 'apps' predeterminadas para navegar por internet o el mail. Podremos tener Gmail o Chrome como principales, en lugar de Mail o Safari. La guinda hubiese sido que hiciese lo propio con Spotify o YouTube Music, pero eso no toca de momento.

Quedan muchas cosas aún en el tintero. Con varias de ellas no hay otro remedio que esperar a ver qué hacen los desarrolladores. Una de ellas es 'clips', aplicaciones de un solo uso que lo único que exigirán es que te instales un pequeño paquete de 10 megas. Un ejemplo sería cuando vas a alquilar un patinete y no estás dado de alta. Bastaría con escanear un QR o acercar el NFC para proceder al pago con Apple Pay, algo que puede ahorrar tiempo. También hay que esperar para ver qué eficacia tiene Apple Maps al recomendar rutas en bici —la opción aparece, pero aún no da resultados—, el desempeño del traductor en pruebas reales (no el test de andar por casa que he hecho) o cómo le sacan partido a la API de los Airpods. Pero para eso habrá que esperar unas semanas más, al menos hasta la beta pública de julio.

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