Dos recetas de focaccia que no te puedes perder

La focaccia es un pan típico de Italia con una masa muy similar a la de la pizza. La principal diferencia entre ambas elaboraciones se basa en el grosor de la masa que, en el caso de la focaccia, es algo más gruesa. Quizá por ello fuera de Italia se ha popularizado su uso para la preparación de sándwiches o bocadillos.

Según los expertos, el truco para preparar una buena focaccia reside en utilizar un buen aceite de oliva, respetar los tiempos de reposo y, por supuesto, realizar un buen amasado. Un punto a favor de esta elaboración es que no es necesaria comerla recién hecha, por lo que puede ser una buena alternativa para las comidas fuera de casa.

En la receta tradicional a la masa solo se añade aceite de oliva, sal gruesa y romero. En este caso, nosotros os proponemos darle un toque especial con dos recetas de foaccia muy mediterráneas. Ambas elaboraciones encajan a la perfección para servirse como cena o como aperitivo, troceadas en diferentes porciones. Para los que opten por una opción más clásica, proponemos acompañar la masa con tomates cherrys confitados y unos trocitos de aceitunas negras, además de la típica sal escamada y las hojas de romero. Los que quieran ir un paso más allá, tienen la opción de preparar la receta de la focaccia con berenjenas, cebolla y queso, acompañados de unas hojas de albahaca ¡una delicia!

Ingredientes para la masa

  • 350 g de harina de trigo de fuerza
  • 200 ml de agua tibia
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • ½ cucharada de café de sal
  • ½ de azúcar
  • 15 g de levadura fresca levital


Focaccia de tomates y aceitunas

  • 200 g de tomates cherry
  • 150 g de aceitunas negras
  • Tomillo
  • Aceite
  • Sal escamada


Focaccia de berenjenas, queso y cebolla

  • 1 berenjena redonda
  • Salsa de tomate
  • 30gr de queso rallado
  • Albahaca
  • Cebolla

Elaboración de las focaccias


Paso 1. Comenzamos disolviendo la levadura fresca en un vaso de agua tibia. Por otro lado, preparamos un recipiente grande en el que vamos a incorporar la harina de fuerza y el azúcar. Con la ayuda de nuestras manos, hacemos un agujero en el centro en el que vamos a añadir la disolución de la levadura para, después, incorporar el agua poco a poco. Al mismo tiempo que añadimos el agua, vamos metiendo la harina hacia el centro.

Paso 2. Una vez hayamos echado toda el agua, incorporamos el aceite y la sal. Ya con todos los ingredientes en el mismo recipiente, los mezclamos hasta obtener una masa lo más compacta posible. Cuando no podamos continuar trabajando la masa en el bol, espolvoreamos harina ligeramente sobre una superficie amplia y procedemos a amasar la masa.

Paso 3. Es el momento del amasado. Para ello, estiramos la masa sobre la superficie en la que vamos a trabajar y enérgicamente la plegamos sobre sí misma. Repetiremos este proceso hasta obtener una masa compacta, elástica y que no se pegue ni a nuestras manos ni a la superficie de trabajo.

Paso 4. Una vez tenemos la masa lista, hacemos una bola con ella y la colocamos de nuevo en el bol. Tapamos el recipiente con un paño de cocina y dejamos reposar hasta que doble su tamaño.

Paso 5. Mientras que la masa reposa, vamos a ir preparando los ingredientes que acompañarán nuestra focaccia. En el caso de que queramos hacer la focaccia con tomates cherry, los colocaremos enteros en una bandeja del horno, rociamos con aceite de oliva y horneamos, una media hora, a 140ºC.

Si queremos hacer la focaccia de berenjena, la cortamos en tiras de 1cm de grosor y las freímos en aceite de oliva. Después freímos las cebollas y dejamos reposar ambos ingredientes habiéndolos escurrido antes muy bien.

Paso 6. Transcurrido el tiempo de reposo, preparamos la bandeja del horno. Para ello, la forramos con papel vegetal o la pintamos con aceite de oliva. Extendemos la masa sobre la bandeja de manera uniforme, con un grosor de no más de 2 cm.

Paso 7. Cuando la masa esté totalmente extendida, hacemos agujeros con la ayuda de los dedos por toda la superficie y dejamos reposar nuevamente hasta que la masa vuelva a aumentar su volumen.

Paso 8. A continuación, incorporamos los ingredientes que van a acompañar nuestra focaccia. Si hemos optado por la opción más clásica, añadimos los tomates y las aceitunas troceadas. Incorporamos unas hojas de tomillo y la sal escamada. En el segundo caso, añadimos en primer lugar unas cuantas cucharadas de salsa de tomate fresco. Después, las tiras de berenjena, el queso rallado, las hojas de albahaca y la cebolla que previamente hemos frito.

Paso 9. Cuando ya hemos incorporado todos los ingredientes a nuestra masa, horneamos unos 12 minutos a 220ºC hasta que veamos que comienza a dorarse la parte superior. Cuando esté lista, sacamos del horno, dejamos enfriar varios minutos y, ¡ya tendremos listas nuestras focaccias para consumir!

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