¿Vivir juntos? Qué debes saber para dar el gran paso

Vivir juntos también es de novios. Actualmente vivir en pareja es un comportamiento social que se hace más y más común. Esta decisión que se toma sin la obligación de firmar un papel y rompiendo todo el protocolo familiar ha llegado para crear otro estado en las relaciones de pareja: novios que viven juntos.

En nuestro país (República Dominicana), se da por hecho que cuando una pareja vive bajo el mismo techo: aunque no haya un papel firmado automáticamente son “marido y mujer” o “esposos”.

Por un lado no está mal, porque en generaciones pasadas así iniciaban matrimonios que permanecieron por décadas, pero actualmente las generaciones que se están arriesgando a vivir en pareja no lo hacen con el objetivo de vivir “toda la vida” con esa persona, mas bien lo hacen como una experiencia de conocimiento en la que si funciona se da el siguiente paso y si no funciona, bye, bye y fin de la relación.

La psicóloga Eva Herbert compartió por su cuenta de Instagram @eva_herbert cómo ella ha tomado la decisión de vivir con su novio, y cómo esta situación no fue el resultado de una crisis en casa de sus padres o un embarazo.

La psicóloga desde su experiencia cuestiona, ¿imaginas casarte con alguien para luego descubrir cuando te mudes que es incompatible contigo?

El proceso de vivir juntos mientras aún son novios representa ese proceso de conocimiento en el que descubres quién es verdaderamente esa persona con quien estás. “Imagina que sea súper desordenado y desaseado y tú ames el orden y la pulcritud, o que sea excesivamente ordenado y te ande persiguiendo para que recojas, o que crea que quien debe hacer todo en casa eres tú”, agrega.

Este tipo de conductas, o diferencias solo se conocen con la convivencia. Así como a Eva se lo dijo su tía, seguro que has escuchado a una tía o a tu mamá decir que debes conocer a la persona antes de enamorarte o de casarte. Y es cierto.

"Es que de generación en generación, todos en mi familia lo han hecho así", “lo correcto es casarme antes de vivir”, o “que dirá la gente”, estas son algunas de las frases o argumentos de muchos que no se atreven a tomar la decisión de vivir con su pareja aunque así lo quieran, pero ¿eres tu familia?, ¿quién determina lo correcto para ti?, ¿alguien más vivirá las consecuencias si te casas con una persona que no es compatible contigo? o ¿tu bienestar depende de lo que diga la gente?

Al final, Eva Herbert no te invita a que te mudes con tu pareja, ni te muestra esta conducta social como la buena y la correcta, “te estoy invitando a conocer a esa persona de la mejor forma que puedas, a creer fielmente en tus convicciones a pesar de lo que digan los demás y a dejar de creer en cuentos de hadas, historias de amor y novelas que sólo existen en la TV. Una relación sana no tiene drama, ni externas intervenciones”, asegura.

La especialista y creadora de Beauty Value entiende que cada relación tiene sus reglas y solo las establecen las personas involucradas. “No hay tiempos, edades ni procedimientos, así que no tienes que darle explicación de nada a nadie”, comenta.

“Cuando hay una relación saludable, el orden de los factores no altera el producto, solo importa lo que ustedes quieren. Si hay alguien más opinando chequea quién es y por qué, a veces tenemos deudas emocionales casi invisibles”, escribe la psicóloga.

En este proceso de conocimiento con tu pareja y de ti mism@ la especialista recomienda “independizarte para que la opinión y mandatos de otros no te torturen”.

Si vas a lanzarte a vivir con tu pareja antes de casarte, es necesario que sepas que este comportamiento social aporta a tu relación más beneficios que desventajas. Pero siempre es importante entender que cada persona es el resultado de su familia, y cada familia es distinta, entonces, no puedes esperar que tu amado o amada se comporte como tú lo harías.

-Compartir las tareas del hogar. Es necesario acordar de qué se encargará cada quién y que estén cómodos con el acuerdo. ¿No es importante? Sí, lo es.
-Entender de qué se trata el matrimonio y la responsabilidad que conlleva.
-Descubrir si de verdad se entienden.
-Compartir hábitos o adaptarse a ellos.
-Compartir gastos y conocer cómo se manejan con el dinero. Este tema será crucial en una relación de convivencia, porque si cuando vivía cada quien en su casa podía darse algunos gustos, ahora tendrán que cambiar la dinámica y tendrán otras prioridades.
-Cómo es su sexualidad. Esta es una de las grandes ventajas de vivir juntos, y quizás la motivación principal para tomar la decisión, pero descubrirás que todo no es como cuando cada quien vive en su casa. Puede ser más aburrido o quizás más intenso.

-Si surgen muchos conflictos, la relación puede no pasar a otro nivel.
-La monotonía y los compromisos pueden robar la relación.
-La crisis puede detonar por el aspecto económico. ¡Cuidado!
-Puedes sentir que vives algo distinto a lo que esperabas.