Investigación Científica: un paradigma en la administración gerencial y su impacto social
Hoy en día, escuchamos hablar de la investigación y el impacto social que ésta puede tener; partiendo de este enunciado podemos definir la investigación como un proceso que, haciendo uso de la aplicación del Método Científico, procura obtener información relevante e inequívoca, con el objetivo de entender, verificar, corregir o aplicar el conocimiento.
Al consultar el Webster’s International Dictionary, podemos encontrar que la investigación es definida en una forma más descriptiva u operativa: “es una indagación o examen cuidadoso o crítico en la búsqueda de hechos o principios; una diligente pesquisa para averiguar algo”. Esta definición expresa claramente el hecho de que la investigación no es una mera búsqueda de la verdad, sino una indagación prolongada, intensiva e intencionada, es decir, la investigación por sí misma constituye un método para descubrir la verdad; es, en realidad, un método de pensamiento crítico.
Es por esto que la investigación científica es considerada como base fundamental de las ciencias, y la administración no se escapa de ella, ya que parte de la realidad; investiga esa realidad, la analiza, formula hipótesis y fundamenta nuevas teorías o tiene muy poco conocimiento de ella. El conocimiento de la realidad es la mayor garantía para cualquier proceso investigativo. Si durante el desarrollo de este proceso el investigador no se sirve de un diseño previo, de una estructura básica, su trabajo puede resultar infructuoso.
Al referirnos a la Administración se puede conceptualizar como una Ciencia Social, cuyo interés se centra en las organizaciones humanas, así como las técnicas y procedimientos disponibles para su planificación, organización, dirección y control de sus recursos, con la finalidad de obtener de ellos el mayor beneficio posible.
El continuo cambio, celeridad de ideas, el impacto de la tecnología e innovaciones, así como las nuevas teorías científicas, hacen que se conciban visiones que conllevan o generan situaciones de paradigmas. Este modo de percibir la realidad es resultado de la labor científico-investigativa, cuyo desplazamiento ha impactado en la evolución del conocimiento gerencial y administrativo.
Este cambio, promovido desde sus inicios por la Escuela de Administración Moderna que lideran Taylor y Fayol y que han sido la base para su evolución, aporta un sin número de construcciones teóricas, reflejo de las diversas adecuaciones a los cambios de paradigma, dentro de este campo, desde terminologías y posturas opuestas: el postmodernismo, pensamiento complejo, teoría del caos, entre otras. De igual forma, se da una transición de economía de productos a una de marcas, de una economía de ofertas a otra de demanda, se coloca el acento en el cliente y en lo concerniente a la competitividad e inserción en un mercado global.
Lo antes expuesto, nos lleva a plantear que es indiscutible la importancia de la investigación científica en el área de la administración gerencial, porque ésta permite, con una debida fundamentación, la reflexión sobre la necesidad de cambios que favorezcan el desarrollo, la productividad en forma eficiente, eficaz y efectiva, dándole primacía al capital humano dentro de las empresas.
Deming (1982), en su libro “Fuera de la crisis”, plantea la visión de cómo las organizaciones pueden asegurar la calidad de sus productos a partir de la importancia que tiene su personal al momento de la generación de bienes y/o servicios; propone, además, el esquema de mejora permanente derivado de una serie de pasos como son planeación, ejecución, verificación y estandarización de procesos, esto a partir de la perspectiva de calidad total que aporta elementos fundamentales en el análisis de contextos empresariales específicos, permitiendo establecer los niveles de productividad esperados por cada uno de los trabajadores, teniendo en cuenta, el espacio laboral, los tiempos asignados, y las características asociadas a la labor, en conjunto con las características de los colaboradores en términos de capacidades.
Es por esta razón, que la investigación está obligada a realizar continuamente revisiones de lo existente. Por su parte, las empresas que deben estar a la vanguardia para poder competir en un mercado global, buscando enfoques actuales que le orienten sobre fundamentos para gerenciar y administrar las empresas u organizaciones, permitiendo el dinamismo y la sinergia en la convergencia de estrategias, técnicas y filosofía de acción gerencial.
Es importante que la administración focalice sus esfuerzos en investigar sus estrategias organizacionales, el comportamiento de la organización, la competitividad y productividad y el mercado, ya que cada uno arrojará información necesaria para la toma de decisiones y las acciones a seguir.
Al investigar se puede conseguir:
A nivel de Estrategia Organizacional, medir el impacto de las estrategias en el desempeño de las organizaciones. Contempla, además, estudios de formulación e implantación de modelos de innovaciones gerenciales y tecnológicas, describiendo y explicando sus impactos en la organización y en la sociedad.
El Comportamiento Organizacional, tiene como finalidad investigar desde una perspectiva crítica el modo de proceder, de manera individual y colectiva, de las personas dentro de las diferentes organizaciones.
En conclusión, la investigación científica, en el área gerencial y administrativa, está encaminada a lograr mayor rentabilidad y utilidad, producir mejor calidad de vida, generación de empleos, satisfacer las necesidades de los consumidores, definir su mercado meta, lograr una maximización del valor de la empresa y su responsabilidad con la sociedad y fijar sus objetivos dependiendo el sector productivo al que estén enfocados. Una empresa actualizada, constantemente producirá una continua renovación; tendrá la capacidad de repensar y reinventar sus procesos, revitalizar y salir de su inactividad y zona de confort, para responder a las expectativas y desafíos de cada uno de los grupos de interés que la conforman.
El autor es Lic. en Administración de Empresas y Contabilidad por la Universidad Católica Nordestana, con título de Maestría en Alta Gerencia, Mercadeo de la UCNE y Master Internacional en Gestión Universitaria de la Universidad Alcalá, España. Actualmente se desempeña como Director del Departamento de Evaluación y Desarrollo Docente de la UCNE y Docente de la misma Institución.